Este viernes volvemos a tener un desahucio convocado. Agradecemos a todas las compañeras que vinisteis a los desahucios del lunes y a las que hicisteis difusión de los carteles anteriores. Debemos volver a salir a la calle como lo hicimos ese día. Se trata del segundo lanzamiento de dos compañeros, Adnane y Habib. Uno de ellos es población vulnerable al Covid-19 por cuestiones respiratorias. Quedarse sin casa es, además de una vulneración a sus derechos, quedar expuesto al virus, con todo lo que le puede comportar. Aun así necesitamos hacer presión, ya que no contamos con la propiedad para entender la situación y negociar, aun en el contexto que nos encontramos.

El propietario del piso es la mismísima orden religiosa San Juan de Dios. Tanto se habla hipócritamente des del catolicismo sobre la solidaridad y el acoger a quien lo necesite, pero la realidad de esta orden es muy distinta de lo que predican. Es un gran propietario que sigue el juego capistalista sin piedad. Queremos que se sepa que la Iglesia defiende más sus pisos que a los que vivimos dentro de ellos.
→ Dónde está la imagen de esa Iglesia acogedora que da asilo a la gente sin casa? Porque aquí sólo vemos una que condena a personas a la precariedad y que nos echa a la calle.

No queremos la caridad ni la limosna de los demás, tan solo queremos lo que es nuestro. Y lo que es nuestro es el derecho a exigir una vida digna, en nuestros pisos, en nuestros barrios. Y ninguna empresa capitalista va a venir de fuera a quitarnos eso.

RAVAL SEMPRE REBEL