Y “ocuparon” el piso para hacer negocio y se encontraron con la resistencia vecinal

Era la hora de comer en el Bar Terra Alta, justo un momento para descansar cuando nada mas entrar nos avisan que en la escalera de al lado han ocupado el piso de un vecino que había salido un dia antes, que el vecino de enfrente había oído ruidos y se había cerciorado. La experiencia de stop desnonaments raval y de la lucha contra los narcopisos nos activa y pasamos a reaccionar: llamar la propietario que es una persona del barrio sencilla que tiene el piso en el fons d’habitatge de la Generalitat, hablar con el inquilino que volvía hoy y llamar a la Guardia Urbana. Este tipo de ocupaciones suelen darse para explotarlos como narcopisos o alquilarlos fraudulentamente a otras familias desesperadas, no son ocupaciones para tener una vivienda sino para explotar y especular. Ya es el segundo caso que conocemos en una manzana, entran vacían el piso y dejan a alguien viviendo que paga su parte.

Primero pasaron mossos y tuvieron la reacción formal y burocrática, presenta la denuncia y que actúe la ley, a pesar de que había testimonios de que no habían pasado 48 horas desde que la persona salió del piso y entraron a ocuparlo. Finalmente la Guardia Urbana recogió los testimonios y gracias a la rapidez con que se actuó, intervinieron y los sacaron y detuvieron por robo y allanamiento de morada.

Y ahora seguirá el ruido, quienes aprovecharán el hecho para atacar a los okupas, a los contrarios políticos, quienes pedirán más mano dura para que todo siga igual o peor y nosotros seguiremos reaccionando, intentando, experimentando para buscar soluciones reales y justas a problemas graves que crecen cada día y ante los que es muy fácil desesperarse o frustrarse por la impotencia. La confianza, las redes y telarañas vecinales y el conocimiento han conseguido lo que parecía imposible.

A seguir así pues esto no va a parar y cada vez va a ser más difícil. Cada día aumentará la fuerza de la resistencia para impedirlo, es nuestra esperanza.