Durante la mañana del sábado parte del grupo de cocina empezamos a preparar todo lo necesario para cocinar. A pesar de algún imprevisto fuimos organizándonos de forma relajada, a las 12 ya teníamos colocadas las dos sartenes y protegido el espacio para que el viento no nos privase de un buen fuego.

Este año contamos con la colaboración de Pep Salsetas, un conocedor experto en la elaboración de paellas, caldos e infinidad de platos para gran cantidad de personas.

A las 12.30 apareció con su camiseta de años ventilada por una gran cantidad de pequeños agujeros y sus espardenyes de tota la vida.

Empezamos a cocinar, el aceite empezó a calentarse y las 170 gambas empezaron a hacerse. Me encanta cuando tiramos las gambas, se ha convertido ya en un ritual….la gente del barrio empieza a acercarse para saber qué es ese olor ,qué estamos haciendo y cuándo se come.

Seguimos cocinando y hablando, mientras se va cortando la sandía a dados para que la gente se refresque después de comer la paella.

Se acerca la hora de tirar el arroz, hay bastante gente observando el momento y al final lo tiramos, Pep dice que para tanta cantidad con 15 minutos de cocción hay suficiente y que hay que estar atentos para que no se nos pase. El arroz lo tiramos y en ningún momento se movió con pala, ese es uno de los secretos de un buen arroz. Pasado el tiempo echamos los gambas y mejillones…faltaba servirlo junto con la fideuà vegana que ya estaba preparada hacía 20 minutos.

Así lo hicimos, repartimos unas 190 raciones entre paella y fideuà…a la gente le gustó.

Bon profit i fins l´Any proper