Esta mañana hemos podido comprobar como se han manifestado como cada día pero no acostumbra a darse con tanta fuerza y magnitud, en tan pocas horas y de forma inesperada.

17 desahucios en un mismo día en Ciutat Vella, ocho parados en la calle, situaciones dramáticas y el constante goteo de familias a las que se quiere expulsar y mucha veces se expulsa para destruir poco a poco el barrio y llenarlo de negocio. Gracias a la PAH, a la gente del Gòtic,de Poble Sec… pues en el Raval se acusa el cansancio y somos menos en las alertas, pero la solidaridad y el apoyo mutuo no entiende de diferencias y se consigue la fuerza suficiente para parar la voracidad del capital y de los especuladores.

En el Ayuntamiento, la posibilidad de municipalizar la distribución del agua y abrir las posibilidades de decisión de la gente, trabajadas desde la base sufre una seria derrota que impide que nada cambie cuando toca intereses de los grandes poderes. La fuerza de una multinacional moviendo todas sus fuerzas junto con intereses partidistas cerraron esa posibilidad.

Y otra vez la fuerza del estado que no descansa y ahora acusa de terrorismo y rebelión a los CDRs por practicar la desobediencia y la acción directa no violenta. Cualquier disidencia, cualquier desobediencia, cualquier acción que ataca los intereses de los poderosos es criminalizada y castigada.

Hay que seguir a pesar de todo, hay que pensar, actuar y organizarse. Hay que ver como mejorar, incluir, ser más y afrontar esta lucha tan desigual. Hay que entender lo de cada cual como lo de todos. Hay que juntarse y crecer juntos. Hay que hacerlo mejor pues esto no va a parar. Hay que vencer el miedo.