Hace unos meses vimos que estaba a la venta en un portal de internet el local en el que estamos de alquiler desde 33 años, y en el que nos queda de contrato unos cuatro años. Coincidió con el inicio de la pandemia y el freno en el proceso especulativo que ha vendido a trozos gran parte de la ciudad y del barrio. Nos planteamos la posibilidad de tantear la compra haciendo una oferta que fuera asequible a nuestra economía y así garantizar que podamos seguir en este rincón libertario del Raval desde 1987.

Nos sirvió para pensar dentro de este caos, qué hacer, cómo seguir y qué sentido tiene lo que hacemos. Y decidimos apostar por darle continuidad. Así que hemos empezado el proceso de la compra del local. Para ello hemos pedido un préstamo a COOP 57 y en ello estamos. Finalmente, si todo finaliza bien, pagando la misma mensualidad que el alquiler actual, en unos 12 años se completará el pago.

No es que nos haga ilusión ser propietarios pero sí asegurar que podremos seguir en el mismo espacio, y hacerlo gracias al apoyo mutuo, a la solidaridad y la autogestión, como hemos hecho hasta ahora. Y no es poca cosa.

Vamos llevando la situación como podemos, más estresados que de costumbre, produciendo, distribuyendo y vendiendo materiales críticos, subversivos, anarquistas, irreverentes. Montando xiringuitos, ahora online y físicamente en la calle de la Cera. Prestando todo tipo de herramientas e instrumentos para la lucha (sonido, megáfonos, paellas, generador…). Y siendo un punto de información y de contacto abierto todos los días y a muchas horas en el centro de la ciudad.

Necesitaremos muchas manos, unas para avalar el préstamo, otras para venir un rato al lokal y ayudar en lo que pueda, otras para hacerlo desde casa o en red, otras para hacerse socixs. Todas serán necesarias para mantenernos y esperamos que crecer en tejer espacios de resistencia y de construcción de mundos nuevos, más justos y más libres. Nuestro deseo es seguir siendo útiles a las luchas y que cada cual luche y se organice a su manera.

Os iremos contando cómo va y quien quiera saber más, que nos visite o nos pregunte. Da un poco de vértigo pero también ganas e ilusión. Salud y ánimos ¡Viva Durruti! Y larga vida al Lokal!