Estos días se habló del final del servicio militar obligatorio y poco de lo que costó conseguirlo y de quienes hicieron el esfuerzo y pagaron el coste. Está
pendiente recuperar para la memoria la insumisión, una lucha autónoma, generosa, incluyente, radical que abrió espacios y marcó una generación política. Va nuestro recuerdo y nuestro reconocimiento a toda la gente que la hizo posible que fueron miles y nuestro desprecio a los de siempre. Hay que aprender y actualizar pues con los tiempos que corren, la insumisión y la desobediencia siguen siendo formas válidas de lucha frente al militarismo y el estado. Salud e insumisión.