Para la gente que tenemos dudas y descreemos de las “malditas eleccciones”
Ya lo cantaba Chicho Sánchez Ferlosio y lo entendió el sistema, para poner las cosas en su sitio y evitar el desborde nada mejor que convocar elecciones, unas más de tantas para no solucionar nada, para que todo siga igual (en el mejor de los casos) o peor si es que ganan los más malos. Todo el mundo pregunta desesperadamente ¿Qué vais a hacer? ¿A quién vas a votar? Y la campaña electoral ayuda muy poco a reflexionar y a decidirse, más bien tira para atrás entre mentiras, descalificaciones, demagogia, chulería, amenazas….
Si parece cierto, lo dicen las encuestas y parece que lo ratifica la realidad que esa gran parte de la sociedad que pide orden, seguridad, que tiene miedo y busca soluciones en los que no tienen dudas y tienen mucho poder y ningún reparo en reprimir, criminalizar y destruir a los otros, a los que no tienen voz ni dinero.
En medio de la campaña se han cruzado los casos de Pedro Alvarez y de Rodri, el de Pedro cumple ya 25 años y el de Rodri de forma que parece incriíble se le vuelve a incriminar siendo juzgado y condenado por los medios de comunicación por homicidio, hay que decir que en casi total unanimidad , saltándose todos los límites de la libertad de expresión, presunción de inocencia y justicia imparcial. Esos principios que se utilizan cuando el acusado es alguien del poder o cercano a él y que cuando afecta a disidentes o gente común y corriente se dejan de aplicar con total discreccionalidad y sin ningún pudor. La brutalidad y la impunidad campan a sus anchas . Ya sabemos que lo poco que quedaba de democracia ha saltado por los aires a la que se ponían en cuestión los principios sagrados de la unidad de la patria, la monarquía, el ejército, la propiedad, el orden patriarcal…
Todos los aparatos del estado se han juntado para responder ante los cuestionamientos del orden y han respondido como siempre lo han hecho. La reacción popular ante esos abusos consiguió confrontar al poder y abrir espacios de esperanza en que se podía cambiar la realidad. Duró poco y ahora da miedo la involución que ya se vive y se sufre y todo apunta a que puede ser peor.
Es cierto que hay que responder, lo prioritario en el dia a dia y en todas las luchas, desde la autonomía, la acción directa y autoorganizada, la cultura popular, los espacios propios, el apoyo mutuo y la solidaridad. Los partidos políticos han de saber que los votos no son cheques en blanco, que en muchos casos son votos contra más que a favor (y especialmente los de izquierda) que sabemos por experiencia y por memoria que cuando más poder se toca y se ejerce mayor es la pérdida de radicalidad y aumenta el sentido de estado.
Y que no somos tan fuertes como a veces nos creemos, que es necesario más fuerza, más inteligencia y más creatividad para confrontar todos los monstruos desatados. Así que cada cual haga lo que mejor crea priorizando la lucha diaria en los espacios cotidianos esos que a la que hay un vacío, lo llenan las opciones autoritarias, sean por delegación o directamente por la extrema derecha. Son malos tiempos y hay que echarle ganas y ánimos