Una vez más la criminalización de la pobreza y el ataque directo a las personas más vulnerables es utilizado en favor de los de siempre. Al parecer, este martes, los partidos del 155 (PP, PSOE y Ciutadan’s) a propuesta del partido del 3% (PDCAT), pretenden aprobar una nueva propuesta proposición de ley para promover un desahucio exprés que dejaría en la calle sin garantía de un realojo a personas que se han visto abocadas a ocupar una vivienda ante la gravísima crisis habitacional que sufrimos actualmente., La proposición establece que el desahucio se produzca en el momento mismo en que se comunica a la familia el inicio del proceso judicial, y por tanto previa al ejercicio de la defensa y a cualquier sentencia, creando una situación de indefensión absoluta.

Detrás de esta propuesta de ley se esconde un discurso perverso que según señalan busca “defender los derechos de los propietarios” o “erradicar las mafias que están detrás de las ocupaciones, los narcopisos”.
Pero esta situación, que conocemos bien de cerca en el Raval, es utilizada y tratada de una manera cruel y descontextualizada, mezclando el tráfico de drogas con un bien que debería ser básico, la vivienda, y desprotegiendo aún más a los que se han quedado sin hogar. Ocupaciones que en su mayoría son en pisos propiedad de la banca, fondos buitre y grandes propietarios que especulan con la miseria de muchos. Si, como plantea la exposición de motivos de la proposición, el problema son las mafias que alquilan pisos, esta proposición deja doblemente expuestas a aquellas personas que creen que están alquilando un piso legalmente o que no han tenido otra vía para el acceso a una vivienda, y que se pueden encontrar, de un día para otro, sometidas a juicio y expulsadas de su vivienda.

Sin políticas habitacionales que promuevan la vivienda como un bien fundamental y no como un lujo y sin establecer las responsabilidades de la banca y a los fondos de inversión como principales agentes de la crisis habitacional actual, estas medidas son parches muy poco efectivos que además acarrearan graves consecuencias a miles de personas privadas de un lugar fijo donde vivir. Invertir en vivienda social, penalizar a los grandes tenedores con cientos de viviendas vacías, y endurecer las leyes contra el narcotráfico quedan muy lejos de esta propuesta de ley, medidas que podrían ayudar en parte a solucionar algunos de estos problemas.
Por eso desde diferentes colectivos del Raval mostramos nuestro rechazo a una ley hipócrita que perpetua la brecha social existente en materia de vivienda y que señala de manera evidente quienes están legislando contra las víctimas de la crisis y de las situaciones de pobreza.

Ni un desalojo más!!.

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