Elecciones a todo trapo para volver a decidir quien “manda” (pues quien manda aquí entre poderes fácticos, burócratas intocables, policías y ejércitos, monarquías e instituciones no elegidas, dejan poco espacio de mando para los escogidxs en las urnas). Para volver a confiar en el buen hacer de quienes se postulan para delegar nuestro voto y nuestra voluntad y hacer lo que se pueda que cada vez es menos.
Nosotros (me refiero por lo menos a la gente que firmamos el lokal aunque sospechamos que bastantes más) no somos de ningún partido, no apoyamos ninguna opción partidaria, cada cual es libre de votar a quien le parezca, o de no votar. Hay que exigir respeto en igualdad de condiciones por lo menos, aún hay mucha gente que considera que abstenerse es poco menos que apartarnos de la vida pública y beneficiar a los poderosos, hay que insistir en que es una opción que además se sabe, la gente común utiliza cuando no le da confianza ninguna candidatura o le ha frustrado la que consideraba suya y siente que no ha cumplido. Puestos a pedir responsabilidades en vez de a la gente que se abstiene mejor estaría pedírsela a los que no convencen ni a los “suyos” para que se movilicen.
Nosotrxs entendemos que cada cual es libre y responsable de hacer lo que le parezca y nadie tiene derecho a cuestionárselo. También se sabe que cada vez más el voto no es tanto a favor como en contra y que cada vez la abstención crece. Los partidos y la gente que los forma, que cree o que vive vive de ellos, hacen como si nos fuera la vida en la elección, hacen como si el futuro se jugará en las urnas y arremeten con dureza contra “los otros”, los que no son suyos. La realidad se transforma en nosotrxs y ellxs, normalmente en nosotros frente a ellos. Un escenario que cada vez convence y entusiasma a menos personas y que anuncia una crisis sistémica de la que no se sabe como vamos a salir y que a veces da miedo. En realidad nos vamos jugando un endurecimiento de las condiciones de vida, de los derechos y libertades, un estado más autoritario frente a una sociedad que desde abajo defiende y conquista estos derechos a veces dentro de la ley, a veces desobedeciendo y creando estructuras de apoyo mutuo y de construcción de alternativas, muchas veces al margen de los partidos y las instituciones, otras con un pie dentro y otro fuera.
La violencia del estado primero sobre lxs más explotadxs y después sobre la mayoría de la población crece cada día, se ejerce con gran impunidad y mayor eficacia. Es tal la ofensiva que las condiciones de vida están retrocediendo sin límite. La situación es de extrema gravedad y cada vez más gente es consciente que solamente se puede frenar, alterar el retroceso y defender otras formas siendo cada vez más lxs que luchemos en común desde diferentes maneras, respetándonos, defendiéndonos de manipulaciones y tergiversaciones y obligando a partidos e instituciones a hacer aquello que es voluntad popular. Sin esta organización desde abajo ya sabemos lo que tardan quienes lo intentan desde el poder en hacer otra cosa, la inercia es enorme y solamente se puede frenar desde fuera.
Lo que queremos es desde la autogestión, desde la autoorganización, construir mundos, experimentar y vivir mejor para todxs. Desde al barrio, desde nuestra vida, desde la ciudad, hacer crecer esos nudos, esas islas para construir verdaderos archipiélagos frente a los poderes que nos quieren hacer la vida imposible. Y cualquier conquista, por pequeña que sea la celebraremos juntxs, y cualquier derrota o frenazo, la combatiremos aunque seamos menos. Salud y libertad.