Amaneció el día con la noticia, se apagó la eterna sonrisa rebelde, la vitalidad y la energía desbordantes. Siempre estuvistes ahí reivindicando tu espacio y tu arte. Compartimos tiempos, luchas e ideas contra el poder. Nos queda tu palabra, tus versos, tus cantares. Siempre dando guerra. Te recordaremos desde abajo, tu gente.
“Un guioncito
entre dos cifras:
¿eso era mi vida?.
*
No sé por qué,
esa velita
al apagarse
se aviva.
*
A ratos,
a ratos muertos,
¡qué viva me siento!
*
Tres vidas que yo viviera,
y me faltaría tiempo
para darte guerra.
Isabel Escudero Rios