Las cosas son como son, no como uno quiere que sean. La sentencia del Supremo al procés ha levantado una indignación y una ola de protestas que nadie imaginaba pudiera tener esta magnitud. Unas condenas de 9 a 13 años que en ningún caso tienen justificación. Unas condenas tan fuertes a gente muy reconocida y poderosa que dan una idea de como funciona la justicia con los débiles, una justicia desacreditada, clasista, condescendiente con los abusos del poder y que justifica, la corrupción y la represión policial (salvo excepciones que justifican la regla). Unas condenas que sientan un precedente que se justifican contra los catalanes pero que vulneran gravemente los derechos de todos los ciudadanos sometidos al estado español. Parece que ya más gente lo está entendiendo y se dan movilizaciones en más lugares en solidaridad con los presos políticos, contra la represión y en la defensa de las libertades, movilizaciones duramente reprimidas por la policía y por la presencia de grupos fascistas.
Tuvimos que cambiar el programa, aplazando los actos del viernes por una huelga general extraña, atípica, convocada por unos pocos, desbordada por la presencia masiva de la gente en la calle. Ya varios días de disturbios, de una represión policial sin límites cuyo único protocolo real era la venganza, el castigo y hacer todo el mal posible a la gente que salia a las calles a protestar y ante tanta dureza, como ocurre siempre, surgen las barricadas. A pesar de buscar a los responsables eternos: anarquistas, antisistema, alemanes, griegos e italianos (ya los vascos desaparecieron) y por supuesto los infiltrados. Según el interés político de cada cual elige sus propios responsables para evitar reconocer a los más importantes: la gente y esta vez mayoritariamente joven, sin obedecer órdenes de nadie. Vuelve lo de siempre (las imágenes de los contenedores ardiendo) y se tapa lo de siempre, cientos de detenidos, heridos y finalmente ingresados en prisión provisional sin fianza. Cuando la revuelta es importante siempre hay que tener presos preventivos. La diferencia vuelve a ser que mucha gente lo entiende, aunque no lo comparta y los defiende.
A pesar de la magnitud de la represión, de la masiva presencia policial las movilizaciones aumentan y desbordan a todos. Hay mucha imaginación, hay diferentes maneras, también hay mucha rabia y por supuesto que hay infiltrados pero hay que reconocer que no son los activistas de siempre. La policía agrede con mucha dureza a los periodistas, le molestan las imágenes, en cuatro días hay cuatro personas que han perdido un ojo por las balas de gomas, prohibidas en Catalunya, pero parece que solo para los mossos, no para la policía nacional que agota toda la munición. Los responsables del gobierno de España y de Catalunya, a pesar de todo lo ocurrido, afirman que jo hay que investigar nada, que las actuaciones son correctas, cuando todo el mundo ha visto la realidad. Especialmente grave es la actitud del govern de la Generalitat que llama a las protestas a la vez que las reprime.
En medio de todo esto, con mucha tensión y dificultades, el sábado celebramos, debatimos que pasaría si el lokal se cerrara y fue muy bonita la reacción cariñosa, afectiva y solidaria de la gente que hasta se lo creyeron y reaccionaron afirmando que eso no podía ocurrir. Se hizo visible que estamos cansadas, desbordados y que necesitamos apoyo para llevarlo mejor y más con la que se avecina. Comimos muy bien, gracias al tremendo equipo de cocina, lo que sobró se pasó para la comida del día siguiente de la tancada migrante. Tuvimos la charla con Ruymán, miembro del anarquismo canario, de la FAGC y del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria que gustó mucho por su claridad, sencillez y radicalidad con buen humor para explicar su visión del anarquismo de barrio (la charla quedó grabada y la colgaremos pronto para que la podáis disfrutar). Ruymán aprovechó muy bien el tiempo para ver las movilizaciones en primera línea.
Y finalmente el estreno de un video aún no terminado de Campa sobre el lokal y las luchas del Raval, una primera aproximación sobre los desahucios que nos hace desear ver el completo. Un gran trabajo y un homenaje a las mujeres luchadoras del raval, las que sufren y a la vez paran los desahucios.
Ya mucha gente se había ido a las manifestaciones, recogimos, limpiamos el Àgora Juan Andrés, el mejor lugar para celebrar nuestro aniversario. Hacer las cuentas, la tiranía del dinero, se cubrieron gastos y algo más salió para la autogestión y a seguir con el dia a dia, esa que guarda las rutinas y las sorpresas.
Después de 32 años, seguimos siendo una comunidad, una colectividad en lucha por mantenernos y conseguir espacios de libertad y autogestión, al margen del estado. En un momento difícil, duro en el que se abren posibilidades que tendremos que explorar entre todas como ya están haciendo tanta gente joven y no tan joven en las calles y que ponen en cuestión al poder, a los poderes a los que estamos sometidos y de los que nos queremos liberar. Salud a las que luchan (también en Chile, en Ecuador, en Rojava….). Gracias a todas las personas que vinisteis y colaborasteis en que podamos hacer las cosas.