Sinceramente la acogida en el barrio es muy buena se puede decir que afectuosa, tengo la impresión que se acaba trasformando en certeza de que las mejores fiestas son las alternativas.

En la primera etapa la de colgar carteles, me he dado cuenta que los comercios y los bares tienes ganas de mantener el barrio con el duende que lo caracteriza; tal vez por eso ha gustado tanto el título de Raval Rebel, porque plasma en dos palabras el carácter de éste barrio.

Agradecer a todos los comercios y bares por el apoyo a la difusión pues realmente no he tenido problema alguno, me han proporcionado un lugar el sus puertas y me han dispensado su atención y me han regalado una sonrisa al marchar.

En cuanto a la segunda etapa la de las octavillas, al ser más próxima en fechas a las fiestas ha sido mucho más fácil; si bien es cierto que el disfraz ayuda pero siendo totalmente sincera me las quitaban de las manos. Casi no hacía falta nada más que hablar de fiestas alternativas y los vecinos sabían perfectamente todo.

En conclusión las fiestas alternativas son esperadas y queridas y este año más aún sintiendo que nos quitan un espacio tan bueno y necesario, tan nuestro como el Ágora Juan Andrés que este año luce más bonita que nunca.

¡Si el Ágora va a tierra Raval en guerra!