Ya son muchos años que lo hacemos en común este año es una niña/niño que enciende una lucecita en la oscuridad, una lucecita que da calor sin marcar ningún camino. Solo una posibilidad, un rincón libertario en el Raval.
Son tiempos difíciles, tiempos de lucha y dificultades que abren posibilidades de organizarnos de apuntar con nuestras maneras de hacer el mundo que queremos. Un mundo donde quepan muchos mundos. Un mundo en el que no mande el dinero ni el mercado, ni el triunfo, ni el poder. Un mundo para la gente común y corriente, para la solidaridad el apoyo mutuo, la libertad y la justicia.
Gracias Carlos y Encarna por vuestro arte, libre y para tod@s, gracias a la gente que hace posible el lokal. Gracias a la gente que hace posible que el Raval sea un pequeño rincón rebelde que se junte a todos los pequeños rincones rebeldes del mundo y havcen que valga la pena luchar por la humanidad y contra el poder y el dinero.