Después de leer las noticias relacionadas con el informe policial que vincula al movimiento de Gamonal con determinados grupos de izquierdas o gente de ideas anarquistas, creo que debemos hacernos algunas preguntas y varias reflexiones. +info
Las primeras son: ¿Qué pasa si entre nosotr@s hay personas con este tipo de ideas? ¿Dónde está escrito que no se pueda ser, por ejemplo, anarquista? Las respuestas son claras: Nada y en ningún sitio.
En las multitudinarias movilizaciones que hemos visto estos días hemos podido constatar la presencia de anarquistas, comunistas, gente del PSOE, de organizaciones sindicales, e incluso de gente que en su día votó al PP. Todo esto viene a demostrar que la asamblea y el movimiento son complejos y diversos, al igual que la sociedad a la que pertenece. Por eso, cuando desde el poder tratan de criminalizarnos poniendo el foco sobre personas a las que se acusa de ser anarquistas, individualmente nos sentiremos más cercanos a l@s compañer@s con estas ideas. Y si mañana se trata de criminalizar a comunistas, pues nos sentiremos comunistas. Y puestos a imaginar absurdos, si dentro de unos días dicen que el problema es que hay gente del Madrid o del Barça, muchos también nos sentiremos madridistas y/o barcelonistas.
Por otro lado, ¿puede la policía preguntarnos por nuestras ideas o filiación política? ¿Puede basar sus investigaciones y actuar basándose en las ideas que tenemos? La respuesta es no. Y su propia ley así lo dice. Si están interesados en buscar las personas que originan el conflicto y las manifestaciones de violencia, les sugerimos que miren en sus propias filas. También pueden buscar entre los gobernantes y poderosos que planifican actuaciones en contra de los intereses del pueblo y cuando este se rebela mandan a la policía a reprimirlo. Y es que aunque no sea tan visible, para nosotr@s esta es una violencia constante, más costosa y mucho más indiscriminada.
Nuestra asamblea está formada por personas con diversidad de ideas, creencias y perfiles. Hay gente joven, mayor, mujeres, hombres, comerciantes, trabajadoras, pensionistas, obreros… y por desgracia demasiada gente en paro. Y es aquí donde el poder y sus policías tienen un problema. Tomando prestado alguna frase de temas de chavales raperos, tal vez nos ven como hormigas y por esos nos tratan de “hormigonar” con sus obras faraónicas y sobre todo nos “asfaltan” el respeto.
Se les olvida u ocultan las cuestiones más evidentes. Y es que esta sociedad sigue tirando gracias a los trabajadores y trabajadoras, y a pesar de ellos. Así las fábricas funcionan gracias a los obreros y obreras, y no por la flexibilidad laboral o por las leyes aprobadas en contra de la clase trabajadora. Los hospitales y escuelas siguen funcionando por la tenacidad y profesionalidad de muchos de sus trabajadores y a pesar de los recortes que las administraciones implementan. Si se quiere hablar de “milagros económicos” no debemos mirar a Montoro o de Guindos, mejor nos fijamos en pensionistas, parados o amas de casa que con presupuestos ridículos son capaces de alimentar, vestir y sacar adelante a familias enteras.
Estas son nuestras gentes y estos son los mimbres con los que tejemos nuestra asamblea. Y es que aquí no sobra nadie, o como dijo alguien, todo el mundo es necesario, nadie es imprescindible.
Dentro de esa visión miope que pretende convertirnos en una especie de hormiguero o colmena, no sabemos que papel se arrogan los poderosos, la policía y algunos medios de comunicación. Tal vez sean la bota que pretende aplastarnos, tal vez se crean reinas con derecho a someter y acabar con la dignidad en nuestras vidas. Si es así, queremos que sepan que las obreras hemos decidido que no lo vamos a consentir, y que si sobra alguien son los “zánganos” y “reinas” que pretenden gobernarnos para continuar aumentando sus beneficios.