Cumplimos 30 años en tiempos convulsos y difíciles, en tiempo de crisis en los que el sufrimiento aumenta, la explotación y el dominio crecen a la vez que se abren brechas por las que colarse, resistir y experimentar esos mundos nuevos que llevamos en nuestros corazones. Ahora ya estamos en los 31, ya lo hemos celebrado con nuestra gente, hemos descubierto que es mucha y que está viva, con muchas preguntas, subsistiendo como mejor puede y con ganas de hacer cosas a su medida, a sus posibilidades sin que nadie le imponga verdades ni caminos.

Seguimos sabiendo más y mejor decir No, contra quien luchamos que saber previamente lo que queremos. Estamos dessbordados, agobiados aguantando la actividad diaria y afrontando los retos que nos encontramos. Aguantamos pero necesitamos ayuda, tal como estamos ahora no podemos seguir avanzando sin ponernos en riesgo personal y colectivamente.

Tenemos una red amplia, eficaz, afectiva, friki, activista, contradictoria, que está en mil frentes, que tiene vida precaria que no da más de si para desobedecer y responder a tanto agravio y que ha de crecer en magnitud y sabiduria para seguir siendo, para mantener ese pequeño rincón libertario en el Raval.

Nos alimentamos a la vez que damos vida a muchos espacios, físicos y políticos en el barrio, somos parte de caja de la resistencia, económica y política, mantenemos infraestructuras y logísticas para manis, comidas, chapas, plástico, herrramientas, fuegos, mesas, sillas, servidores alternativos. Todo de tipo de chismes y máquinas para el apoyo mutuo y la acción directa.

Producimos, vendemos y distribuimos materiales en muchos formatos: libros, fanzines, música, ropa. Montamos chiringuitos físicos y virtuales, informamos y asesoramos sobre violencia immobiliária. Participamos en actos, manifestaciones, entrevistas y reuniones, especialmente en el barrio.

Formamos comunidad humana, política y cultural de personas, colectivos, familias y organizaciones. Mucha gente nos pregunta, quiere saber nuestra opinión sobre la ciudad, el país, los movimientos pues considera que tiene importancia, que decimos algo que se sale de lo normal y que le sirve para tener una opinión o para actuar.

Y todo esto lo hacemos normalmente poquita gente y cuando es necesario mucha más. Estamos sobredimensionados y necesitamos poner orden en el caos o caos en el orden.

Necesitamos gente que nos ayude con la contabilidad especialmente, que nos pueda echar una mano en momentos concretos para montar un chiringo, para llevarnos en coche,que comparte ese espacio al margen y en contra del mercado y del estado que intentamos mantener y ampliar. Desde la autogestión, el apoyo mutuo y la solidaridad hacia la sociedad libertaria que vamos creando poco a poco en la forma en que hacemos las cosas. Y si puede ser desde la confianza y la generosidad, Salud y suerte.